Los tres tesoros

El cuerpo es el templo del ser humano; la energía es la fuerza que da vida; y el espíritu es el gobernador de la vida. Si uno de ellos se desequilibra, los tres sufren las consecuencias. Cuando el espíritu toma el mando, el cuerpo y la energía lo siguen naturalmente; esta manera de funcionar beneficia a los Tres Tesoros.

Todos los humanos nacen dotados con los Tres Tesoros de vida. La función que ejercen sobre el ser humano es capacitarlo para existir, funcionar y pensar. Estos tesoros componen el legado natural. El grado con el cual se protejan y se preserven determinará el estado de la salud y el lapso de la vida.

foto:pixabay

Aquellas personas que derrochan y abusan de los tesoros de vida sufren enfermedades crónicas y la muerte prematura, mientras que aquellos que los cultivan y conservan disfrutan del bienestar, la salud y la longevidad.

Según el Taoísmo, los Tres Tesoros de los cuales depende la vida son Esencia, Energía, y Espíritu. La Esencia se refiera al cuerpo físico compuesto por carne y hueso, incluyendo todos los materiales básicos que lo constituyen. La Energía es la fuerza que recarga cada célula y tejido del cuerpo vivo, activando sus funciones vitales. El Espíritu abarca todos los aspectos de la mente, humana y primordial, incluyendo conciencia, conocimiento, pensamiento, sentimiento, voluntad y empeño.

Cada tesoro tiene dos aspectos fundamentales, conocidos en el taoísmo como prenatal y postnatal. El aspecto prenatal son las cualidades que son implantadas en el embrión fertilizado. Los aspectos postnatales son las manifestaciones temporales las cuales se desarrollan después del nacimiento, comenzando en el momento en el que se corta el cordón umbilical.

Foto: Pixabay TheDigitalArtist

Los Tres Tesoros se separan al momento del nacimiento y toman sus respectivos aspectos temporales, por eso se agotan y deterioran. Uno de los propósitos de la Alquimia Taoísta es restaurar la unidad primordial y pura de la esencia, energía y espíritu con el fin de prevenir la enfermedad y la degeneración del organismo humano postnatal. Es decir, la función es retardar el proceso de envejecimiento.

La Alquimia Taoísta enseña cómo emplear la mente para controlar la energía, regular las transformaciones bioquímicas esenciales y el funcionamiento de los órganos vitales del cuerpo. La mayoría de las personas permiten que los estímulos del entorno, emocionales y físicos gobiernen su esencia y energía, perjudicando su cuerpo.

Los taoístas usan activamente sus mentes para dominar su energía y controlar su esencia. La Alquimia Taoísta revierte el proceso de debilitamiento y agotamiento de la esencia, la energía y el espíritu ocasionados por el transcurso de la vida en el mundo material. Lo transforma en un proceso que preserva los Tres Tesoros y prolonga la existencia.