La energía de los vecinos
El escenario ideal para una buena convivencia es estar en equilibrio con los vecinos. Sin embargo, hay situaciones que entorpecen ese equilibrio en el mismo ambiente dónde se convive. En cada hogar de una zona residencial o de un edificio hay una realidad familiar. Cada individuo de cada familia tiene una realidad, pasa por diferentes situaciones y momentos difíciles.
A veces es posible percibir esa energía de conflicto o de situación difícil tanto en nuestro hogar como en los hogares de los vecinos, la cual automáticamente entra a nuestro espacio. En el campo energético, la energía negativa de los vecinos puede entrar a nuestro espacio por la puerta principal, por el balcón, por las ventanas o incluso por el golpe de alguna pared.
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Es indispensable que al trabajar con esta energía se respete lo que ocurre en el hogar del vecino. Si se trata de una situación grave lo mejor es acudir a las autoridades competentes. Si el vecino opta por pedir ayuda, se le puede brindar asistencia.
Sin querer, la energía de conflicto del vecino llega al hogar y se siente fácilmente. Ese movimiento afecta las energías del hogar y cambia el estado de ánimo de los miembros de la familia. En la mayoría de los casos, lo cambia a mal humor.
Además, la situación que está ocurriendo dentro del hogar del vecino puede estar relacionada o estar reluciendo una situación que está ocurriendo dentro de nuestro hogar o dentro de cada individuo. Dicha situación no ha sido reconocida.
Como consejo dentro del Feng Shui, se recomienda conseguir un bol o recipiente de boca ancha y que su fondo sea más delgado. Dicho recipiente, se llena con agua sin movimiento o como se conoce con agua Yin (en calma). El agua dentro del recipiente da el efecto de lago.
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El siguiente paso, es ubicarlo cerca de la entrada principal del hogar, preferiblemente a mano derecha. El fin de esta recomendación, es que cualquier energía negativa divagante, sea absorbida y retenida por el bol.
Es aconsejable limpiar el bol cada par de días. Esto se hace, desechando el agua y colocándole agua limpia. Dicha cura, absorbe las energías negativas y las almacena. Lo que logra que el campo energético del hogar y de la familia esté protegido.
Si la energía negativa persiste, hay que convertir el agua del recipiente en un agua más Yang (en movimiento). Para lograrlo, se ubica algún objeto que le dé movimiento al agua. Es importante seguir cambiando el agua constantemente.
Otra recomendación por Feng Shui, aunque de más cuidado, es colocar un espejo en la puerta del hogar. Sin embargo, se aconseja que esta cura sea supervisada por un especialista en Feng Shui, ya que el espejo también puede rebotar energías positivas.
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La sugerencia final es hacer un análisis mental y de conciencia. Se debe examinar en qué situación se encuentra la familia y cada individuo, estudiando la energía interna y familiar. Hay que distinguir las situaciones que no se quieren reconocer y que posiblemente se están reflejando en el vecino.
Escuela Integral de Feng Shui