Todos los seres humanos tienen miedo a algo. Mientras muchos logran controlar y superar sus miedos, otros siguen siendo víctimas incapaces de reaccionar y superarlos al menos en una parte importante.

Muchas personas sufren Filofobia, es decir, se bloquean a la hora de establecer relaciones amorosas por el miedo a enamorarse. El nombre de este trastorno deriva etimológicamente del griego “φιλος” (amor), y
“φοβία” (fobia) y significa miedo al amor.

El amor debe indicar aspectos positivos: debe coincidir con el bienestar físico y espiritual de una persona. Además, debe provocar gratificación al ser correspondido en su sentimiento.

Detrás del miedo a enamorarse pueden existir diferentes motivos: un trauma infantil, una separación repentina, la pérdida de un ser querido o incluso la traición de alguien que ha defraudado nuestras expectativas.

A veces este miedo está relacionado con la conciencia de atraer siempre a la persona equivocada, que acabará por hacernos sufrir. Los miedos siempre deben ser enfrentados y comprendidos.

El enamoramiento aterroriza al sujeto afectado, que se siente amenazado y huye, para eliminar el peligro de cualquier compromiso. Muchos sujetos le tienen miedo de forma grave y tratan de alejarse de cualquier contexto que les pueda hacer caer en esa situación.

Esto se debe a que el amor también puede significar sufrimiento si no se sabe manejar de manera lúcida y racional. Algunas personas sufren durante los periodos en los que están enamorados alternando estados de ánimos y creando sentimientos de ansiedad, felicidad, ira, vergüenza y una sensación de insuficiencia.

A menudo, estas sensaciones son experimentadas por el sujeto de forma tan intensa que condicionan su comportamiento y sus pensamientos, ya que es incapaz de mantener bajo control su emocionalidad afectiva.

Es importante indicar, que para quienes sufren de fobias, perder el control de sí mismos y de los acontecimientos es un sentimiento inaceptable. Sobretodo temen ante sus propias reacciones, les falta autoestima y confían en su capacidad para vivir ese acontecimiento de forma racional y no instintiva. También tiene miedo de mostrar su personalidad al otro en los aspectos más verdaderos, íntimos y correspondientes a la realidad.

La fobia se hace más fuerte si el sujeto se cree de carácter frágil y fácilmente susceptible de ser abusado por el otro, teme la relación sentimental como una violenta invasión a su entorno privado y acaba sintiendo el amor como una amenaza. Esto le genera angustia. Busca evitar, alejarse y aislarse en su totalidad.

Para superar todo esto, es necesario dominar la ansiedad. Lo más recomendable para controlar las manifestaciones de descontrol es el tratamiento con un especialista. Este le conduce al sujeto a abandonar todos sus mecanismos de defensa contra contactos considerados por él como “peligrosos”.

 En el caso de una pareja, si esta tiene miedo de sentir sentimientos demasiado intensos por fobia al abandono o la traición, también deben trabajarlo. Muchos prefieren las relaciones cortas y no vincularse, una defensa que con el tiempo se convierte en una auto- condena de la soledad.

En una relación, no es recomendable mostrarse demasiado apegado y posesivo. Si la persona reconoce este miedo, ya ha dado un paso importante, para entender las causas y superar este bloqueo. No existe una relación racional entre el amor y el miedo. Si el miedo al amor provoca incomodidad y ansiedad, con la ayuda de especialistas, el concepto de amor se convertirá es un aspecto más maduro, enriqueciéndose de empatía, serenidad y mayor autoestima y así obtener nuevas herramientas que permitan enamorarse libremente y a plenitud. A la medida que uno se ame los demás podrán amarnos.

Fotos: pixabay

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