Entre generaciones: el poder invisible de tu familia en las situaciones que vives

Revisar nuestros actos y creencias es importante. Somos responsables de lo que hacemos. Cuando seleccionamos a una persona como es el caso de una pareja, es porque inconscientemente queremos mirar dentro de nosotros y esa persona que se convierte en un espejo, nos lo muestra. Cuando llega una nueva persona a nuestra vida es para reflejarnos cómo está nuestro interior y mostrarnos situaciones y ciclos que no hemos cerrado. Las personas que nos encontramos durante la vida van a reflejar aspectos positivos y aspectos “oscuros” por descubrir.
Lo que heredamos: cómo las creencias y patrones familiares moldean nuestra vida
El sistema de creencias y patrones familiares también hacen que aparezcan ciertas situaciones reflejadas en nuestra vida. Eso forma parte de nosotros y no se le puede echar la culpa a nadie.
Si al revisar nuestro interior y nos damos cuenta que hay una situación que soltar, creamos una responsabilidad con nosotros mismos. La información sobre un proceso pendiente por cambiar en nosotros se puede reflejar con la llegada de una persona a nuestra vida. Ese proceso se puede hacer notar causando incomodidad en otros o que otros nos cause incomodidad. Al volvernos consciente de eso, es cuando se empieza a generar una transformación personal. No se puede esperar a que los demás hagan los cambios. El compromiso cae sobre cada uno de nosotros para no quedarnos estancados en esa energía.
A veces ocurre que nos conformamos con mantener actitudes negativas y que incomodan a los demás; nos repetimos y repetimos a los demás: mi familia es así, porque el país está en unas condiciones específicas o porque otras personas son así. Es responsabilidad de cada quién no quedarse paralizado sin crear algún movimiento que genere cambios.
La recomendación es hacerse responsable de los actos, de la información que se está recibiendo y que se ve reflejada en otra persona, sea familia, amigo o pareja. Es importante analizarse y observar si lo que nos causa dolor en algún momento, se lo hemos hecho a otra persona.
Somos eco de nuestro clan: entender patrones familiares nos ayuda transformar la vida
Hay aspectos que se heredan de la familia sobre todo si estos han sido beneficiosos para la continuidad del sistema familiar. También, heredados de nuestros ancestros. Dentro de estos, también se heredan aspectos negativos. Es cuando debemos reconocer esa actitud o esa situación que ya no funciona y darnos el permiso de transformarla. Esas conductas incluyen si alguna vez se fue infiel, si se lastimó a alguien, si no se le dio una oportunidad a otra persona, o se le cerró alguna puerta a alguien.
Al ser vividas estas situaciones, nos hacemos responsables y lo tomamos como experiencia. Siempre hay momento para poder compensar algún daño que se causó o alguna situación negativa que se generó. Por ejemplo, si se recibió un dinero ilícito, ese pago debería ir a una fundación sin fines de lucro, que beneficie a otros.
De cada situación negativa que nos ocurra debemos sacar una conclusión que aprender. Además de pasarlo a nuestro campo consciente, para convertir esa situación en una experiencia y saber que ya no se requiere repetir. Si se reincide quiere decir que no se ha cumplido con lo antes mencionado: no se ha agradecido, valorado la experiencia, se sigue guardando dolor con la persona que causó ese sentimiento. Si la situación se vuelve a repetir y se deja el ciclo abierto, la experiencia se volverá a generar no sólo con una persona, sino con dos, tres o más.
Este proceso de cambio puede ser para algunos más rápido que para otros. Puede depender de la cantidad de personas involucradas. Sin duda, genera una energía de cambio importante. Cuando se sienta en tranquilidad y paz, es que realmente se puede decir que se cerró el ciclo. Si tú crees que eres fuerte y eres superior a esa situación incomoda podrás cambiarla y dejar de estar atrapado en ella.