Reconciliación o perdón

Durante nuestra vida pasamos por muchas situaciones en diferentes ámbitos desde el trabajo, la pareja, la familia, el país, estudios y otros. Algunas de estas circunstancias experimentadas no son exactamente como las habíamos planificado, se escaparon de nuestro control. Nos aferramos a un modo de pensar de como deben resultar o ser las cosas. Algunos de estos escenarios vividos llegan a ser tan difíciles y tensos que se daña la relación existente y nos apartamos de ellos, dejamos atrás un trabajo donde no se pudo conseguir un ascenso o aumento de sueldo, nos alejamos de la pareja o de un familiar y evitamos cualquier contactó o aproximación con lo vivido porque nos causa dolor, rabia o frustración, se nos escapa de control (Ego)

Estas circunstancias cuando no son resueltas, hacen que no nos permitamos abrir completamente a un nuevo trabajo, relación u otro cambio, quedamos estancados y no se nos permite avanzar. Y es ahí que nos damos cuenta que dejamos atrás algo que debemos sanar desde el presente para impulsarnos siempre hacia adelante.

Y entonces se nos recomienda insistentemente perdonar. Si vemos el origen de la palabra perdón del latín ( per- donare)  dar un regalo, pero como podemos dar un regalo a algo o alguien que nos ha causado sentimientos negativos, si cuando otorgamos un obsequio es porque esa persona la apreciamos o ya nos entrego con anterioridad un presente y estamos recambiando. En pocas palabras con el perdón saldamos una deuda.

Hay que prestar mucha atención como se realiza el perdón porque si esta es realizada desde el Ego, yo como ser superior a ti te otorgo el perdón y así me alejo de ti o el problema, igual queda sin resolver, carece de energía trasformadora, no me reconcilio con el dolor que me ha causado y no valoro el aprendizaje que me ha sido otorgado. Solo reconociendo de donde viene esa incomodidad obscura el perdón podrá tener un efecto liberador.

Si porque esa situación difícil, dolorosa, que te mostró el trabajo, la pareja o un familiar, es un ofrenda para empujarte a realizar los cambios que ya internamente estaban en ti y no fuiste capaz de realizar por cuenta propia. Y ahí comienza el verdadero perdón o reconciliación, descubriendo y agradeciendo paso a paso los obsequios “malos” recibidos que te ratifican o permiten  que comiences con tus cambios y ahora es tu responsabilidad si quieres quedar enfrascado en lo malo o reconocer el aprendizaje y la enseñanza de estas situaciones difíciles o seguir evitando el compromiso contigo mismo y esperar  mas “malos” obsequios y seguir endeudarte con el otro.

Foto entrada principal:Pexels

Toma la responsabilidad de tu vida, agradece, reconoce,  y así te permitirás disfrutar de tus “buenos” obsequios. @gpaladino publicado también en la revista SpanishInfluential