Leyes Universales del Amor y el Respeto
La historia ha demostrado que maestros y sabios desempeñan un papel fundamental en la formación de las religiones y filosofías que transforman a la humanidad. Anteriormente, los maestros enseñaron un mensaje basado en la Conciencia Cósmica o Universal como una fuerza absoluta de paz, bienestar y amor para el planeta. Hombres como Cristo, Buddha, Krishna, Mohammed y Gandhi, fueron canales de la gran sabiduría divina. En el transcurrir del tiempo y la evolución del ser por las eras cósmicas, estos mensajes se han transmitido para despertar a los hombres hacia una nueva conciencia o Nueva Era de Conciencia Espiritual.
Toda esta sabiduría, creada a partir de la Conciencia Cósmica, ha establecido sus enseñanzas en varias Leyes y preceptos en donde se ponen de manifiesto principios básicos que nos llevarán hacia un pensamiento armónico. El objetivo es que el hombre esté bien consigo mismo y con su entorno, con una armonía entre cuerpo, mente, alma y espíritu.
Las Leyes Universales hacen un llamado de paz y de toma de conciencia. La finalidad es que reine el amor y la hermandad entre la raza humana. Uno de los mayores conocimientos en el desarrollo del individuo es sin duda las leyes universales. Aplicarlas en beneficio propio, no solo hará que la abundancia llegue a la vida, si no que podrá esparcirse hacia los que nos rodean. Esto no se basa en ninguna creencia, si no en conocimiento. Las leyes universales no precisan de ningún tipo de credo para que se cumplan, ellas funcionaran y se aplicaran independientemente de lo que se crea.
Antes de empezar a aplicar este conocimiento es importante un cambio de actitud, en nuestra forma de pensar, en nuestra forma de enfocarnos y en nuestra forma de orar. Para preparar nuestra consciencia debemos erradicar sentimientos de culpa y de miedo. Debemos pedir y agradecer. Somos poderosos y debemos usar correctamente nuestro poder, usarlo con conciencia y en un beneficio común, producirá abundancia en unidad que, a su vez, generará nuestra propia abundancia.
Las leyes universales son 36. Están divididas a su vez en cuatro grupos: las leyes de la vida, las leyes de la creación, las leyes de conciencia y frecuencia superior.
La Ley Universal del amor
Esta Ley tiene como frase principal: “considera a los otros por encima de ti mismo”. La Ley del Amor se basa en aquella frase célebre que decía el Maestro Jesús, “Ama a tú prójimo como a ti mismo”. Es sincronizarse con todas las fuerzas que se asocian como buenas y que hace caso omiso al egoísmo y al odio. Da permiso al amor como supremo sentimiento universal. Invita a cuidar, preservar, nutrir y proteger a todo ser vivo en el planeta desde esa cálida emoción.
Para que esta ley cause efecto, primero hay que aprender a amarse a uno mismo, para amar al resto del mundo y conectarte al amor universal de Dios. Si no te amas, si no amas a tu prójimo, es difícil que te conectes con esa suprema energía. Son muchos los que oran, rezan y piden; pero resulta que no hay una esencia de amor en sus actos y pensamientos.
Si se actúa desde la crítica, desde la víctima, diciendo malas palabras y desde la queja, no hay amor en uno. En cambio, si se mira todo lo bueno y lo malo de la vida y se acepta como parte del aprendizaje, la Ley del amor se manifestará con acciones perfectas.
Cuando se ama desde el apego a la pareja, al hijo, o algún familiar, se corta la Ley del amor y se da paso a la necesidad de posesión. Aferrarse a alguien, tampoco es positivo. Amar desde la libertad y desde el aquí y el ahora, vivir el presente, dejar atrás el pasado y permitir crear el futuro.
La Ley Universal del Respeto
La ley del respeto es el principio de mirar dos veces o más precisamente con doble profundidad, lo que se refiere a ver la posición de la otra persona. Sin este principio, la ley del amor no se hubiera creado.
Con esta ley, se le da valor a la otra persona, el ser asistidos en situaciones de dificultad y sentirse protegidos. Implica comprensión, tolerar nuestras diferencias, nuestras posibles limitaciones o complicaciones.
Cuando mantenemos el respeto aumenta la armonía social y la buena convivencia, favoreciendo el desarrollo de todos. Aquí entra también la ley de karma: lo que haces se te devuelve. Es por eso que, si tratas con respeto, de esa misma forma serás tratado.
Fotos: Pexels de Masha Raymers y Sergio Souza