Lazos que nos unen
Vínculo etimológicamente proveniente del latín “vinculum” y significa unión, lazo, atadura, sujeción, relación entre dos cosas, dos personas o animales, o una persona y una cosa o animal.
Dos personas u objetos vinculados están unidos, encadenados, emparentados o atados, ya sea de forma física o simbólica. El concepto de vínculo lo empleamos de modo extendido en nuestro idioma para referirnos a aquello que nos ata, nos une o relaciona con una persona o con alguna cosa. Los vínculos es un hecho fundamental que alimenta tanto la existencia como el mantenimiento de ese vínculo. Algunos son voluntarios y otros impuestos por la naturaleza o por la ley.
Estos están clasificados en afectivos, en los cuales se destacan los familiares (mamá, papá, hermanos, tíos, primos, abuelos, entre otros); los sociales, que son aquellos que iremos sumando en nuestra interacción en los diversos escenarios grupales en los que actuemos, tales como ocupación, estudios; y los vínculos amorosos, que son aquellos que surgen de la relación amorosa que mantenemos con una pareja.
Es importante hacer referencia al entrelazamiento cuántico, fenómeno físico expuesto por Einstein que explica como un par de partículas subatómica de materia prima, pueden conectarse de forma invisible de una manera que transciende en tiempo y espacio. Un conjunto de partículas entrelazadas no puede definirse como partículas individuales con estados definidos, si no como un sistema con una función de onda única. Este fenómeno permite a una partícula influenciar el estado de otra de manera instantánea, por muy grande que sea la distancia que los separa.
Esto quiere decir que los vínculos detallan el cruce cuántico. Como materia viva que somos, poseemos partículas que nos mantienen interconectados y vinculados, independientemente del espacio donde nos encontremos o la distancia a las que estamos. Los vínculos poseen su base científica y física. Con esto se basa gran parte de las nuevas terapias alternativas.
Fotos: Pixabay